Así lo adelantaron sus creadores, que insisten con que quedan sólo 13 capítulos.

La sexta temporada de Game of Thrones terminó con la confirmación de que el invierno finalmente llegó (después de tanto escuchar: "winter is coming"), pero eso no es del todo bueno.

El problema con la llegada del invierno es que las locaciones y la luz deben verse distintas respecto a lo que se ha visto hasta ahora, explicaron los creadores de la ficción, David Benioff y D. B. Weiss.

"Empezaremos un poco más tarde a filmar porque, al final de esta temporada, llegó el invierno. Eso significa que el tiempo soleado ya no sirve a nuestro propósito. Tratamos de demorar todo para poder tener un clima gris y triste, aún en los lugares más soleados en los que filmamos", explicaron los responsables de Game of Thrones.

¿Qué quiere decir? Que probablemente la séptima temporada no empiece en abril sino un poco más tarde, lo que alargará la espera. Además, Benioff y Weiss insisten con su idea de liquidar todo en 13 capítulos, es decir dos temporadas de menor duración.

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