Arte

Otra entrega de El ojo plástico

Carlos reyes

En el Museo Nacional de Artes Visuales la semana pasada hubo dos acontecimientos, uno el lunes y el otro el viernes. El primero tiene que ver con los servicios del museo y el segundo con su acervo. Desde la semana pasada empezó a funcionar la cafetería del MNAV, estratégicamente ubicada en el amplio jardín. Y el viernes hacia el final de la tarde tuvo lugar la inauguración de la exposición Silveira y Abbondanza. Un legado, armada sobre 32 piezas de cerámica que Jorge Abbondanza y Enrique Silveira acaban de donar al Estado.

La lluvia no impidió que un gentío de artistas e intelectuales llenara el salón de entrada del museo. Pintores, gente de teatro, críticos, periodistas, cineastas, historiadores, escritores, fueron a acompañar a la dupla de ceramistas. Los actores Nidia Telles, Carlos Frasca y Graciela Gelos; el escritor Hugo Achugar, el historiador Carlos Zubillaga, entre un mar de personas, acudieron a la cita. Por una hora larga hubo reencuentros, abrazos, anécdotas, fotos. Enrique Aguerre, director del MNAV, al ver tanta gente reunida, pidió al público que tuvieran especial cuidado de no llevarse por delante las cerámicas en exhibición.

Muy bien presentadas, con buena iluminación y esmerado montaje, las piezas son un placer para la vista. Y también para sacarles fotos: de hecho, estas pequeñas obras hechas a mano hace tantas décadas, son realmente fotogénicas. Y el tiempo no parece haber actuado sobre ellas.

Hay dos hechos destacables entre la cantidad de cosas que rondan esta muestra. El primero, el documental La faz de la Tierra, que en 1984 realizó Juan José Mugni y que en estos días se exhibe en el museo, como parte de la aproximación a la muestra. Justamente Aguerre, al hacer uso de la palabra, recordó que cuando joven, él había sido asistente de dirección de ese documental, y más de 30 años después, esta ocasión cerraba de algún modo un ciclo.

Otro valor agregado es el catálogo de la muestra, que repasa la carrera de estos dos artistas en imágenes y textos. Un clima de gratitud dominó la velada.