La actriz uruguaya sigue adelante con su campaña por la primera infancia.

Como Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, Natalia Oreiro mantiene una activa participación en las distintas campañas y actividades que la ONG lleva adelante. En este caso, brindó testimonio sobre la importancia de la estimulación temprana de los niños a través del juego.

"Es un derecho de los niños el juego", dice la actriz y cantante uruguaya en uno de los spots. "Pero también está bueno aburrirse, porque desde el aburrimiento se generan otras cosas: la picardía, el inventar, hacer cosas con las manos. Y la paciencia en un chico también es importante que se desarrolle".

A modo de ejemplo, Oreiro dio detalles de su crianza, y cómo de algún modo la necesidad de crear la influyó en su adultez: "En mi casa, los juguetes se inventaban, porque había pocos recursos. En lo personal me ayudó para tener inventiva, diseñar mi propio vestuario, mi propio mundo".

Sobre su experiencia como madre de Merlín Atahualpa, el hijo que tuvo con Ricardo Mollo, la protagonista de Gilda, no me arrepiento de este amor contó que "fue muy importante el estímulo que le dimos con el papá desde el momento en que nació", y que "no sólo es importante una buena alimentación o un buen cuidado médico, sino también estimularlo, hacerlo sentir contenido, querido, cantarle".

"Un bebé siempre va a ser un bebé aunque tenga 18 años para una madre, pero sin dudas que los tres primeros años son fundamentales para ese vínculo que se genera", concluyó Oreiro.

La campaña realizada por Unicef apunta a priorizar a la primera infancia en las políticas sociales, y llegó de la mano de un documento que da cuenta de la situación de la primera infancia en Argentina en las áreas de protección social, educación, salud y cuidado.

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