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Una foto junto a Gardel

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El arte uruguayo, sin querer, le ha hecho como un psicoanálisis a Carlos Gardel, a través de las imágenes y esculturas que le rinden homenaje. Hay que reconocer que no es fácil llevar al dibujo, y mucho menos a la obra en volumen, al máximo cantor popular del Plata. Y los resultados de esa titánica tarea han arrojado resultados dignos de reflexión.

El ejemplo que primero viene a la mente es la escultura de El Mago de Av. 18 de Julio y Yi. Creo que a la multitud de personas que se sacan fotos junto a ella en general no se fijan detenidamente si la obra se parece demasiado al Zorzal Criollo. Muchos de ellos son además turistas, incluso de países lejanos, que no tiene muy clara la cara ni el cuerpo de aquel hombre misterioso, de voz incomparable y vida llena de enigmas.

El Gardel de 18 y Yi no pudo capturar la proverbial elegancia del egregio cantor de tango, su tamaño parece algo pequeño, y el rostro era una prueba difícil que apenas se logró sortear. No obstante, su gracia e interés radica no tanto en la obra en sí, sino en sacarse una foto junto a ella. En ese sentido, actualmente a mucha gente, más que mirar una obra de arte, le atrapa sacarse una foto a su lado. Para el recuerdo, para compartirla, pero también como una performance: la performance de sacarse una foto.

Otros rostros de Gardel muestran otras realidades. Desde las fotos que en vida le tomó José María Silva, el Fotógrafo de los Artistas, tan perfectas pero que lo muestran con un rostro inescrutable. También está el pequeño mosaico en el Barrio Sur, en ubicado en las calles Zelmar Michelini y Carlos Gardel, que su autor, Guillermo Vitale resolvió con mucha habilidad, principalmente para a través de la simplificación eludir las dificultades de los detalles del rostro.

Gardel fue un enigma desde su nacimiento hasta su muerte. Fue un hombre que ocultó mucho de su propia biografía, y todo eso parece haber quedado plasmado en las obras de arte que le rinden tributo. Quizá por eso en alguna caricatura que Arotxa le dedicó, la mirada del cantor queda en la oscuridad. Gardel fue enigmático y las artes visuales parecen haber multiplicado sus interrogantes.

OJO DE PLÁSTICO

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